Porque en Sersana Mamá X Nike Maternidad nos preocupamos por tu bienestar en cada una de tus etapas, te invitamos a desmitificar los mitos de la lactancia, descubrir sus beneficios y comprender la importancia de la salud mental en la maternidad, junto a la experta y fundadora del centro de maternidad, Centro Luperca, Patricia Zedillo. A lo largo de nuestra vida nos esforzamos por cambiar hábitos que mejoran nuestra existencia. Trabajamos el cuerpo, la mente y mejoramos prácticas alimenticias con el fin de estar mejor con nosotros mism@s. ¿Qué pasaría si nos enfocamos en llevar buenos hábitos desde el comienzo de nuestra vida? ¿Y si estos beneficiaran no solo al cuerpo que se nutre, sino también a quién lo alimenta?La respuesta a ello está en la lactancia materna. La lactancia será el comienzo integral para que el cuerpo comience a recuperarse, y a la par será el comienzo para un futuro saludable para el ser humano que hemos creado.
Sin embargo, existen un sinfín de mitos o malas prácticas alrededor de la lactancia, el principal, el no priorizar equitativamente el cuidado entre el bebé y bienestar propio. Esto no solo tiene un gran impacto en la salud mental de la madre, sino incluso está comprobado que una mamá relajada, feliz y confiada tiene una mejor lactancia y experiencia de maternidad general. Es importante reconocer que para que el bebé esté bien, la madre primero necesita estar bien.
Otro mito muy común es el de que la madre lactante debe de someterse a prohibiciones que benefician su salud, principalmente la actividad física y esto no podría ser más falso. La actividad física no es solo compatible con la lactancia, sino que también es necesaria para la recuperación integral de la madre.
El ejercicio al igual que la lactancia, son productores de endorfinas. Por lo cual, esta mezcla se convierte en la alianza perfecta para una buena recuperación.
Etapas como el embarazo, parto, posparto, amamantar y más, implican un esfuerzo físico enorme y si no se cuenta con la fortaleza necesaria, será más difícil para el cuerpo poder realizarlo. Junto con esto, debemos recordar que para nutrir, debemos de nutrirnos de la forma correcta. Apostemos por la alimentación intuitiva y balanceada, poner el cuerpo en movimiento y sobre todo rodearnos de nuestras redes de apoyo que hagan el proceso del maternaje más llevadero.
La lactancia naturalmente promueve y acelera la recuperación, ya que comienza por trabajar el músculo que más se ha extendido durante el embarazo: el útero. Esta naturalidad de asignarle a cada parte de nuestro cuerpo la función que debe cumplir, le permite al mismo cuerpo regresar de una forma más audaz a su estado original, y esto le da a nuestro cuerpo la capacidad de ir retomando nuestra rutina de ejercicio.
Es importante aprender a percibir el posparto como una rehabilitación y no como un suceso aislado. Cuando alguien se encuentra en período de recuperación en cualquier otra actividad, se recomienda priorizar todos los aspectos que rodean el bienestar: cuerpo y mente. En el caso del posparto y el cuerpo de la mujer, no debe de ser la excepción.
Por lo que recomendamos, que cada mujer tenga un acompañamiento integral desde el embarazo, en donde se le prepare para cada etapa, y en donde el acompañamiento no solo se enfoque en teoría y conocimientos para la nueva madre, sino también de poder salvaguardar la seguridad y desempeño de su cuerpo a través del ejercicio, preparación y rehabilitación.
En Centro Luperca creemos que el apoyo integral de profesionales de la Salud para las mujeres durante el embarazo y posparto no debería de ser opcional sino obligatorio. También aconsejamos que antes de planear un embarazo, cada mujer medite y haga un viaje introspectivo para reconocer quien quiere ser, el tipo de madre que quiere ser, pero sobre todo, aprender a integrar distintos aspectos de la vida para agradecer el esfuerzo del cuerpo durante esas etapas y capacitarlo con el equipo adecuado, para que esas metas sean posibles.
Cuando buscamos a nuestro equipo no solo busquemos al obstetra o al pediatra. Salgamos a buscar a quién nos va a educar, guiar, preparar, entrenar y ayudar si algo va mal con nuestra nutrición o salud mental. Preparemos estos ciclos con la relevancia que merecen, nuevos comienzos que nos preparan quizá para la etapa más importante de nuestras vidas. El momento en que renacemos y dejamos de ser individuos para convertirnos en familia.
Confiemos, no dudemos en pedir ayuda y sobre todo tomemos el hábito de escucharnos a nosotras mismas una y otra vez. Aprendamos a identificar nuestras necesidades para estar bien y por supuesto, ponerlo en práctica.
Texto escrito por: Patricia Zedillo, fundadora de Centro Luperca. @centro_luperca
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