¡Sólo pienso en comer!

Por Mónica Rodríguez / @nutricion.energetica

Una de las preguntas más frecuentes que me hacen mis pacientes es: no puedo dejar de pensar en comida, ¿qué puedo hacer?

Por eso hoy quiero compartir este artículo contigo. Primero quiero que entiendas que la situación que estamos viviendo hoy genera mucho estrés, y muchas veces usamos la comida como un “curita” para aliviar este estrés emocional. 

La nutrición emocional, se refiere a aquellas veces que recurrimos a la comida para sentirnos más cómodas, para aliviar el estrés o para recompensarnos. Va más allá de satisfacer el hambre física, y generalmente tendemos a buscar comida chatarra, dulces y otros alimentos poco saludables.

Desafortunadamente, la alimentación emocional no soluciona los problemas emocionales, de hecho, generalmente nos hace sentir peor. Después de un atracón de comida, no solo permanece el problema emocional original, sino que también nos sentimos culpables por comer en exceso y no podemos dejar de pensar en la comida. 

Quiero que te quede claro que el hambre emocional no se puede llenar con comida. Puede que comer se sienta bien en el momento, pero los sentimientos que desencadenaron el uso de la comida todavía están ahí y, por si fuera poco, muy seguramente te juzgas por haber comido de más, por equivocarte y no tener más fuerza de voluntad. 

Pero la buena noticia es que no importa cuán impotente te sientas ante la comida, sí es posible hacer un cambio positivo. Puedes aprender formas más saludables de lidiar con tus emociones y evitar aquello que te  desencadenan a comer en exceso, detener los antojos y los pensamientos obsesivos ante la comida. Pero para que esto suceda, es muy importante que entiendas la diferencia entre el hambre emocional y el hambre física, y hay pistas que puedes buscar para ayudar a distinguir el hambre física de la emocional:

  • El hambre emocional aparece de repente.
  • El hambre emocional aparece en forma de “antojo” de algo muy específico.
  • El hambre emocional no se satisface una vez que te sientes físicamente satisfecha.
  • En lugar de un estómago que gruñe, sientes el hambre como un deseo que no puede salir de tu cabeza.

Para dejar de pensar obsesivamente en la comida, debes encontrar otras formas de satisfacerte a nivel emocional. Lo primero que te sugiero es dejar de juzgarte y en lugar de esto: amarte más. Esto implica darte cariño y abrazo aún en las situaciones más difíciles, incluyendo esas veces cuando te das cuenta que estás comiendo emocionalmente.

En lugar de enojarte contigo misma y frustrarte con tu situación, date un abrazo y di en voz alta que cuentas contigo. Al fin del día, lo que buscamos a través de la comida es sentirnos seguras, protegidas y en control. La clave es preguntarte a ti misma:

¿Qué actitudes puedes tener contigo que te hagan sentir segura, protegida y en control?

Teniendo el amor como base, también necesitas alternativas a la comida a las que puedas recurrir para tu satisfacción emocional, y para esto, te comparto técnicas super efectivas que te pueden ayudar a romper con esos patrones obsesivos de pensamiento:

  • Si estás deprimida o sola, llama a alguien que siempre te haga sentir mejor, juega con tu perro o gato, mira tu foto favorita o piensa en tu recuerdo favorito. 
  • Si estás ansiosa, saca tu energía nerviosa bailando con tu canción favorita, apretando una pelota antiestrés o dando una caminata rápida.
  • Si estás exhausta, sírvete una taza de té caliente, báñate, enciende algunas velas perfumadas o envuélvete en una manta tibia.
  • Si estás aburrida, lee un buen libro, mira un programa de tele que te guste, sal a caminar o realiza alguna actividad que disfrutes (tejer, escuchar música, bailar, tocar algún instrumento, álbumes de recortes, etc.)
  • Haz una pausa cuando lleguen los antojos y presta atención a lo que estás sintiendo. Este es un paso sumamente importante.

Espero que estos consejos te ayuden, por experiencia propia te puedo decir que realmente hay una salida, y  hay mucha luz al final del camino, solamente es cuestión de abrir tu corazón y empezar a confiar en ti.

Mónica es nutrióloga integral y fundadora de Nutrición Energética. Se especializa en ayudar a las personas a tener una relación más amorosa con su cuerpo y la comida. Tiene dos Maestrías en Educación de Nutrición y Nutrición Holística por la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha trabajado con pacientes de todo el mundo e impartido cursos en línea a nivel global. Síguela en monicarodriguez.mx, en Instagram como @nutricion.energetica o escríbele a monica@monicarodriguez.com