El poder de los alimentos germinados y fermentados 

Por Dra. Marcela de Jesús Vergara Jiménez, profesora-investigadora en nutrición

Seguramente te has preguntado por qué últimamente se habla más sobre el consumo de germinados y fermentados. La respuesta concreta no la tengo, pero estos alimentos han existido desde todos los tiempos y tiene enormes beneficios en la salud, además tienen un sabor delicioso y son fáciles de preparar en casa o de adquirirlos.

La germinación es un proceso que involucra la hidratación de las semillas, se debe tener un adecuado control de la temperatura, humedad y luz, hasta que se pueda ver el desarrollo de los brotes de la planta. Una semilla germinada que pasó por procesos enzimáticos, se transformará en un brote o planta, que dará como resultado un producto con más contenido de nutrimentos que le darán mayor calidad nutricional, color, textura y sabor, y así, contribuir de manera positiva a la calidad nutricional de tus platillos.

Ahora es mucho más fácil e inclusive divertido germinar semillas en casa, así que podemos tener germinados de: alfalfa, lenteja, frijol, chícharo, haba, soya, garbanzo, entre otras. 

Por otro lado, también tenemos a los fermentados, productos que han estado presentes desde todos los tiempos, de hecho, la técnica de fermentación era utilizada para preservar por más tiempo los productos, es decir, aumentar lo que hoy conocemos como vida de anaquel.

Hoy sabemos que además de preservar a los alimentos por más tiempo, la fermentación permite el desarrollo de ciertos microorganismos que pueden actuar sobre algunos de los componentes de los alimentos y producir ácidos, que contribuyen en el desarrollo de la microbiota intestinal positiva, misma que nos ayuda a prevenir muchas enfermedades relacionadas con la inflamación celular, como: obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, por mencionar algunas.

Puedes disfrutar de las propiedades de los fermentados en el yogurt de leche de cabra, vaca, o de sucedáneos de leche almendras, coco, arroz, nuez de la india, e incluso en el pan de masa madre, vinagre, quesos,  kéfir, chucrut, pepinillos en salmuera, kombucha, entre muchos otros. 

La germinación y fermentación de alimentos facilitan la digestión y absorción de  nutrimentos,  ya que durante su proceso, se puede reducir o eliminar algunos compuestos que pueden provocarnos diferentes tipos de malestares a nivel intestinal, además,  se pueden estimular una serie de reacciones enzimáticas desde la perspectiva digestiva que al consumirlos,  nos ayudan en nuestra propia digestión.  

Incluir alimentos germinados y fermentados en tu dieta diaria es muy saludable, nutritivo, delicioso,  divertido, de fácil acceso  y de bajo costo.