Por Elena Muñoz/ @polvos.magicos
¿Has pensado de que forma impactan las rutinas de belleza a tu salud mental?
Cuando hice Polvos Mágicos, quería crear productos que facilitaran tener un pretexto para darte un tiempo del día y consentirte.
Presiento que al igual que yo, te la pasas corriendo durante todo el día. Haciendo un millón de pendientes y sobre todo, sintiendo que el estrés te rebasa a medida que el día termina.
Uno de los momentos que más me emociona es cuando, antes de irme a acostar, me lavo la cara y los dientes. Con el tiempo, me fui dando cuenta que era una rutina que repetía a diario y casi de manera mecánica. Lavándome la cara con un aceite delicioso, rociando un tónico de rosas, y untándome un serum, aceite de argán y por último, una crema de noche.
El proceso me lleva menos de 5 minutos. Aún así, es un momento que disfruto enormemente y sobre todo, me llena de tranquilidad y satisfacción hacerlo. La verdad es que cuando no lo hago, me siento un poquito mal.
Estos últimos meses he estado investigando mucho acerca del tema y resulta que nuestra rutina de belleza nos puede ayudar a disminuir el estrés y a mejorar nuestra concentración. Las rutinas de belleza pueden tener efectos similares a la meditación, la repetición de mantras y el rezo.
Tener una rutina y repetirla 1 o 2 veces diariamente nos ayuda a estar presentes, brinda satisfacción, nos calma y nos da un sentido de propósito y optimismo. Cuando alguien sufre de depresión o ansiedad, las rutinas proporcionan una sensación de control, no solo sobre su piel sino sobre su cuerpo, su mente y consecuentemente, sobre varios aspectos en su vida.
Es un momento del día en el que nuestro cerebro no está en “estado de alerta”, lo cual, ayuda a disminuir el estrés y a entrar en un estado de calma. Como nuestra respiración se hace más lenta, oxigenamos mejor a todos nuestros órganos, nuestros músculos y sí ¡también a nuestra piel!
Acuérdate que el oxígeno da vida a las células y nos protege contra la edad (radicales libres) y contra las células cancerígenas.
Sumando a esto, ¿sabías que el solo hecho de masajear nuestra cara o cuerpo ya sea con cremas o el producto de skincare de nuestra elección, ayuda a disminuir el ritmo cardiaco? A la larga, incluso este sano hábito ayuda a nuestro cerebro a realizar nuevas conexiones que mejoran nuestras áreas del lenguaje, el conocimiento matemático y el entendimiento espacial.
La próxima vez que quieras respirar profundo y relajarte, puedes probar una de las mascarillas de Polvos Mágicos. Todo el ritual consiste en que mezcles el polvo con algún líquido; agua, leche, leches vegetales, té o yogurt. Después que apliques la mascarilla en rostro y cuello, simplemente la enjuagas con agua. Estoy segura que te sentirás mucho más calmada después de hacerlo.
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Un beso,
Elena.