Por Yael Luchtan/@yaellu
¿Sabes identificar realmente cuando tienes hambre? Existen siete tipos de hambre y hoy te quiero explicar muy brevemente de qué trata cada uno. Es importante conocerlos y reconocerlos, pues esto te ayudará a llevar una relación más sana con la comida y aprender a escuchar las necesidades de tu cuerpo.
Si te interesa saber más sobre este tema, puedes leer “Comer Atentos”, de Jan Chozen Bay.
- Hambre visual: el sentido de la vista es un gran estimulante del apetito, incluso se asocia con la frase: “comer por los ojos”. Esto nos puede llevar a comer un postre sólo porque se ve excelente y delicioso. Pues esto es el hambre visual, es comer sólo por estímulo visual.
- Hambre olfativa: seguro has pasado por una pizzería, hueles lo que está a punto de salir del horno, se te hace agua la boca, y de repente, ya estás adentro del local comprando tu pizza. Esto es el hambre olfativa, el hambre que se activa por el sentido del olfato, lo que muchas veces pasa aún cuando el estómago está lleno.
- Hambre bucal: se activa porque estamos inquietos o ansiosos y necesitamos masticar algo, pues esto nos calma con la sensación de experimentar placer en nuestra boca. Esta hambre te ayuda a diferenciar los sabores de la comida.
- Hambre estomacal: es el hambre real que se siente cuando el órgano está vacío. Puede sentirse de varias maneras y es importante notar cúal es el estímulo en cada uno de nosotros, por ejemplo, se puede sentir como retortijones, dolor, molestia, etc. Muchas veces se confunde el hambre estomacal con emociones como inquietud, ansiedad o miedo. También se puede activar en forma de “hábito”, por ejemplo, cuando llevamos tiempo comiendo a las 3pm, y de repente nos damos cuenta que no hemos comido y son las 3pm, el mismo estómago pide el alimento porque está acostumbrado a obtenerlo a esa hora.
- Hambre celular: esta hambre está basada en las necesidades energéticas y de sobrevivencia del cuerpo. Detrás del hambre estomacal está el hambre celular, es decir, las células están hambrientas de algo en específico para poder vivir. Según la señal que te de tu cuerpo es la necesidad que tienen las células para funcionar y sobrevivir. Algunos factores que influyen en el hambre celular son el entrenamiento, la dieta, la hidratación y el sueño.
- Hambre mental: se refiere a toda la información y conocimiento que tenemos sobre los alimentos. Por ejemplo, el contenido energético, grasas, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas o minerales. Esto es lo que nos hace identificar si un alimento es catalogado como “sano” o “no sano”. Esto no solo se refiere a la comida, sino también a cuántas comidas debemos hacer al día y a qué hora debemos comer. Muchas veces esta información nos hace dejar a un lado la intuición y conexión con nuestro cuerpo, y nos alimentamos por información externa o de moda. En este caso empieza a suceder que dejamos de escuchar la intuición, y comenzamos a seguir modas alimentarias que muchas veces no se individualizan.
- Hambre de corazón: esta es el hambre emocional, donde se buscan ciertos alimentos como respuesta a necesidades no cubiertas como: tristeza, felicidad, deseo de ser vistos u oídos, falta de cariño o amor, entre otras. Es una forma de llenar vacíos, calmar emociones positivas o negativas e incluso recompensarnos.
Probablemente, después de haber leído este texto están intuyendo cuándo han comido por hambre irreal o hambre no estomacal. Tal vez otro órgano es el que los ha llevado a comer como: los ojos, el olfato, las células, la mente, el corazón o una mezcla de todas, lo más importante aquí es poco a poco volvernos más conscientes e identificar tu tipo de hambre.